Cada
día cobra mayor fuerza la posible desaparición de la figura plurinominal en la
política nacional, porque son ya dos partidos políticos los que proponen de
manera decidida que esa figura desaparezca de la actividad por diversos
factores, en lo que se refiere a diputados locales y federales. Nada se ha
mencionado acerca de los Senadores y Regidores.
Tanto
el Partido Revolucionario Institucional, como el Acción Nacional, se disputan,
uno en torno a las diputaciones locales y otro las que corresponden a la
federación, en lo que sería su eliminación.
Toman
como punto de partida lo relativo a la economía, dada la difícil situación por
la que se atraviesa en ese tenor, con lo que se reducirían –según ellos- enormemente
el gasto por concepto de salarios, compensaciones y otros conceptos que les
hace obtener jugosas ganancias.
Sin
embargo, según mi punto de vista, desde que surgió la figura plurinominal en la
política se tuvo otro concepto, más negativo para ésta, con severos daños para
la población, que es la que recibe absolutamente todos los azotes de los
errores cometidos por nuestros políticos y/o gobernantes, porque tal figura,
que no es otra cosa que una compensación para todos los institutos políticos,
principalmente para la “chiquillada”. O sea, para quienes aspiran y suspiran
por el triunfo electoral sin lograrlo. Y tales regidurías, diputaciones locales
y federales, así como senadores, la logran quienes alcanzan determinado
porcentaje en la votación.
Y
mire usted, obtienen tales posiciones plurinominales, principalmente “los y las
amantes de”, los compadres, los hijos, hermanos de; o quienes la compran
aportando determinada cantidad de dinero para la campaña política; por lo tanto
mi amable lector y lectora, usted y yo jamás la obtendremos.
Por
eso es que llega “cada burro” a las regidurías, que se la pasan todo el trienio
“rascándose las verijas” y “achatando la nalga” detrás del escritorio, sin
proponer, sin trabajar, sin accionar; pero eso sí, se oponen absolutamente a
todo, sin ponerse a meditar si con su dedo escondido o en lo alto perjudican al
pueblo, porque la figura plurinominal equivocadamente ha sido considerada como
“OPOSICIÓN”; lo que sin embargo, no quiere decir que necesariamente tengan que
oponerse a todo.
Da
tristeza ver que algunos regidores de la multicitada figura asistan al Cabildo
solamente para estar chateando en el WhatsApp, y a las pruebas me remito.
Da
tristeza por ejemplo, que a un individuo que no sabe ni “quién le pegó a Lucas”
en materia política, le den una responsabilidad tan importante para la
población, simple y sencillamente porque no es doctor, y que por ello tengan
que instalar a un director de Salud que sí lo es, lo que también significa un
gasto que bien se pudo evitar.
Y de esa forma es
como la Política, como un arte, doctrina y opinión referente al gobierno del
Estado y asuntos que interesen a los Estados y su modo de dirigirlos; y que un Político, como el que se
ocupa de los asuntos del Estado, municipio y país, se transformen en la acción
de politiquear, que no es otra cosa que hablar de cuestiones políticas sin
capacidad para ello; aunque existen quienes ni siquiera esa capacidad poseen.
Y ya que estamos
en eso, déjenme y les recuerdo que: Policastro,
es aquel que politiquea; Politicón,
es aquel exageradamente ceremonioso; y Politizar,
el que da cátedra política. Ejemplos existen muchos, ya usted los recordará. Y
también hay Politiqueros.
Pero para
concluir, permítanme indicarles que: Política,
“es el arte de comer caca y no hacerle gestos”.
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