lunes, 27 de septiembre de 2010

Hora de recreo. Ubaldo Orozco

HORA DE RECREO.

PROTECCIÓN ESPECIAL.

Ubaldo Orozco

Pura felicidad en casa del viejano. La de Cuernavaca. Un amplio jardín.

Frutales. Más que alberca una pileta. No se preocupen por Lulú, compramos la comida ya hecha. No es mala, pero sí mejora con la bebida. Sacó de todo. De lo caro. Tequila. Whiskey. Brandy. Vodka. Coñac. Cremas. Y desde luego su vino español.

Siguió con su sermón de anfitrión. Le traen alegría y salud a Lulú. Gracias. Por lo bajo mi compadre dijo: tiene uno que venir hasta acá para beber bien y gratis. Que se quede a vivir acá. Codo. No tiene remedio este Florentino.

Siguen las muertes de presidentes municipales. Y las peticiones de paz por parte de medios: no podemos hacer nuestro trabajo. Y el llamado michoacanazo. En realidad es un clamor único: no podemos hacer nuestro trabajo. Ni periodistas.

Ni presidentes municipales. Ni perseguidores de los delitos. Primero el último. La autoridad puede soportar largos periodos de insuficiencia.

De vergüenza. Pero no de ridículo. La negación del poder. El rebajamiento total. A eso llegaron los perseguidores profesionales del crimen organizado. Hubiera bastado una vuelta a Michoacán para entender en dos palabras el meollo del asunto: el poder de los presidentes municipales tiene dos limitaciones, la ley y las áreas de influencia de los capitostes del crimen organizado.

No pueden ir contra la primera ni invadir la segunda. No es que no quieran trabajar y combatir el crimen organizado. Es que no pueden hacerlo. No es que sean cómplices. Se hacen los ciegos porque no pueden ser de otra forma.

En el viajecito también hubieran escuchado en la voz del pueblo la causa del crecimiento anormal, por decirlo de alguna forma, del crimen organizado en el Estado: la complacencia del gobierno estatal anterior. Del mismo color por cierto.

En fin si para mayor eficiencia en la lucha contra el narco se requieren

reformas legales que se presenten a consideración del Congreso. Pero recuérdese que las leyes por sí solas no modifican nada. Absolutamente nada.

Seguimos con las autoridades. Para defensa de vida y para el desarrollo de su chamba los alcaldes que no se alineen a las disposiciones de los capitostes de las bandas locales contarán protección federal especial. Muy justo y necesario.

Ojalá que las mismas autoridades no olviden que las agresiones del crimen organizado que sufren los ciudadanos de a pie se deben directa o indirectamente a su trabajo. Tratan de quitarle su dinero de la forma en que se pueda. Dicho de otra forma también requiere protección especial.

Los medios. Con toda seguridad dentro de la relación de muertos, que se incrementa dolorosa y vergonzosamente, habrá algunos que habrán caído por causas ajenas al desarrollo de su trabajo, que todos tenemos dos piernas, pero también es cierto que la mayoría sucumbe por un solo hecho: hacer su trabajo. Bien o mal, pero su trabajo. Honesto y legal. Pues bien la misma respuesta de las autoridades: tendrán protección especial.

En seguida se vino un merequetengue. El sin mancha temeroso y mirándonos fijamente nos preguntó sobre la conveniencia de solicitar protección para él y su familia. Nosotros cruzamos sonrisas. Es que soy uno de los intelectuales más influyentes de México. Tengo miles de lectores. Soy uno de los más respetados… aquí escuchó una sonora trompetilla que Chacho soltó. Primero se hizo el silencio. Florentino volvió a la carga, por eso te dicen como te dicen, te cambiaron el nombre. Don Roto, porque nadie te pasa puente roto...

Para eso me gustabas. Y otra trompetilla. A todos nos dio un ataque interminable de carcajadas ruidosas. Ahora sí estuviste bien Chacho. No se puede negar.

El don sólo alcanzó a decir: según ustedes no la necesito, ¿verdad? Y con paso firme se cambió a la otra mesa. Y no se movió de su lugar sino para despedirnos.

Disminución inmediata en un 40% del presupuesto de los congresos federal y estatales, de institutos electorales y de los partidos políticos.

jou.orozco@gmail.com

@ubaldoorozco

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