martes, 13 de julio de 2010

De Marcial Maciel, Iglesia Católica Romana y otros temas.

Esece 05.

ENSAYO.

PARTE I

Ubaldo Orozco

1.- Los medios no sueltan, ni lo harán por un buen tiempo, a la Iglesia Católica Romana. Día con día se insiste en noticias que contienen o renuevan acusaciones de pederastia que implican a algunos de sus sacerdotes. Pero no todos los casos dados a conocer los involucran, aunque por el número de publicaciones, víctimas y agresores pareciera ser que sí. Se habla de abusos en seminarios, parroquias, orfanatos, escuelas, etc.

Por otro lado todos nos sentimos inocentes, liberados y libres de acusar y con la necesidad de hacerlo; en nuestras charlas Roma, que aquí se usa como sinónimo de la Iglesia Católica Romana, viene a resultar ante nuestros ojos una corporación mediante la cual sus ministros se dedicaron con éxito a reprimir, pecar y delinquir. Aparte insiste en no reformarse, en no adaptarse a los tiempos que corren cuando las soluciones están a la vista.

2.- Las noticias con acusaciones de pederastia de sacerdotes católicos comenzaron en Estados Unidos y Australia y ahora campean en Europa; pasan de un país a otro y no cesan sino que se amplían. Ya se han propalado casos de violencia; hasta el hermano mayor del papa, Georg, sacerdote también, aceptó haber golpeado, para corrección, cantores del coro de niños a su cargo. Repartió algunas cachetadas, diríamos los mexicanos.

Aquí, si bien hemos tenido noticias de algunos abusos han sido relativamente pocas. La gran excepción ha sido el caso del padre Marcial Maciel, fundador y casi vitalicio superior de la Legión de Cristo, fallecido hace unos pocos años.

En otro orden de ideas recientemente se ha implicado al obispo de Tlalnepantla, Onésimo Cepeda en líos judiciales de carácter penal con motivo de un supuesto préstamo por 130 millones de dólares que otorgó en efectivo a la fallecida señora Olga Azcárraga Madero. El procedimiento apenas inicia y tardará mucho en conocerse la verdad, con todas sus imperfecciones, a la que sea posible acceder.

Sin embargo bien aprovechó el que los medios lo escucharan. Nos lo dejó claro: los sacerdotes hacen votos de castidad y obediencia a sus superiores. Nada de votos de pobreza.

3.- Los aspectos oscuros de Maciel datan de los 30, cuando el ahora santo, el obispo Rafael Guízar y Valencia, su tío, lo corrió de su seminario veracruzano. Se desconoce la razón.

Pero Maciel revivió para el sacerdocio y fundó la Legión de Cristo en 1941.

Las primeras acusaciones al padre lo convirtieron en pederasta de algunos de sus seminaristas, luego vinieron las de tener una hija, después la de haber hecho vida marital y abusado sexualmente de otros hijos, habidos en otra familia, en la que le correspondía el papel de padre biológico, y adoptivo en un caso. La última acusación lo hace corruptor de altos funcionarios vaticanos, mediante sumas de dinero en efectivo entregadas para ganar su voluntad para su defensa, se dice, en caso de acusaciones y procesos en su contra. Y para rematar se le señaló como consumidor de drogas prohibidas. En concreto delitos y pecados múltiples. Abusos por otro nombre.

Poca cosa.

La escusa que aparentemente daba en sus abusos de pederastia es de una candidez perversa: tenía autorización especial del papa para satisfacer de esa forma su deseo carnal anormalmente intenso. Era muy vigoroso.

El conocimiento de las faltas del padre, cada vez más, y la voluntad de enterrarlo corrieron parejas. Lucha desigual. Por una parte las víctimas, sin poder de alguna especie, buscando espacios para hacerse oír y lograr el sometimiento a juicio eclesiástico del legionario y enfrentado rechazo social y religioso, y quizá familiar, y por la otra, la Legión de Cristo, con el apoyo de empresarios poderosos, sus aliados de siempre (¿miembros del Regnum Christi?), y el de la Iglesia Católica Romana. Las acusaciones fueron soterradas y quedaron sin éxito durante un largo inicio de años enteros. Mientras tanto las empresas de los aliados aplastaron, mediante el retiro de anuncios, a medios de comunicación que apoyaron a los denunciantes.

¿Cuál era el contrapeso en la balanza de los aliados? Las virtudes públicas de Maciel. Sus logros que se confunden con los de la Legión, entre sacerdotes y seminaristas la cifra excede a los 3,000, (y los de su fundamentalmente seglar Regnum Christi, el Reino de Cristo, fundado en 1959, con unos 70,000 miembros) con presencia en 22 países y cuatro continentes. Sólo África se les escapa. Multiplicación de escuelas, unas 150, para alumnos de clases privilegiadas y pobres, Universidades, casi 20, evangelización de regiones y diócesis con carencia de sacerdotes, atención a los más necesitados. Un ejército en guerra permanente en pro de la Iglesia y de sus fines. Y una fuente inagotable de dinero. En la prensa circulan versiones de que la Legión vale unos 650 millones de dólares. En suma un volcán de generosidad cristiana.

Igual o más pesaba una predilección muy especial del papa Juan Pablo II hacia el fundador y la orden misma.

De aquí que Marcial Maciel, a pesar de no ser obispo, es decir de no poder ordenar sacerdotes, haya tenido en el Vaticano, y en la Iglesia Católica en general, un peso jerárquico similar al de un cardenal influyente. No cualquiera. Un grande capitoste eclesiástico.

4.- Pero Maciel se hallaba lejos la espiritualidad legionaria diseñada por él. Según información de su página oficial de internet ésta se integra con los siguientes principios dados en resumen: a) cristocéntrica, para un legionario Jesucristo es el criterio, el centro y el modelo de su vida religiosa, sacerdotal y apostólica; b) pretenden un amor filial a (la Virgen) María, tratando de imitar sus virtudes: fe, esperanza, caridad, obediencia, humildad, y colaboración en el plan redentor de Cristo; c) Amor a la Iglesia, el legionario camina junto a ella, ni un paso atrás, ni un paso adelante; d) adhesión al papa y a los obispos en comunión con él, especialmente en los campos de la educación, la familia, la promoción social y los medios de comunicación, e)predicar el reino de Cristo, crear la civilización del amor y la justicia; f) amar con la caridad de Cristo, servir a todos los hombre sin diferencias.

En resumen otra compañía de élite, cual la Sociedad de Jesús, los jesuitas, en el ejército del papa. Para cuando pasen algunos pocos años va una profecía que no puede evitarse: mayores similitudes le encontrará la imaginación popular, la novelesca, la documental y la comercial a la Legión de Cristo con la orden del Temple, los Caballeros Templarios.

Sin cebarnos. En ningún lado aparece como obligación del legionario el pertenecer, en cualquier categoría, a una banda de pederastas. Ni de criminales de otro tipo. Tampoco aparece como obligación del legionario la de poner distancia entre la prédica y la obra para lesionar con su hipocresía a la Iglesia Católica Romana y a sus fieles.

Por un lado la voz de nuevos tiempos en los medios y por otra la constancia de algunas víctimas del abuso (delito y pecado a la vez, ya se dijo) las llevó a obtener reivindicaciones y éxitos. Por decisión de la curia romana Marcial Maciel dejó de ser el superior y se retiró a vida privada de oración y penitencia; si tuvo a bien acatar la decisión de la curia. Luego la Legión reconoció las faltas de su fundador. Después Roma mandó una visita apostólica, integrada por obispos, a la orden a fin de indicar qué medidas tomar en cuanto a ella misma. Las respuestas que se esperan pueden nacer de una sola pregunta: ¿era y es la Legión una organización para pecar y delinquir impunemente?

El último día de abril pasado los 5 obispos visitadores tuvieron un reunión con el papa para hacerlo sabedor de sus conclusiones y recomendaciones. Entre otras afirmaciones el comunicado oficial emitido en lenguaje diplomático, neutro y críptico, por la oficina de prensa de la Santa Sede (El Vaticano) expresa que los gravísimos y objetivamente inmorales comportamientos del padre Maciel, confirmados por testimonios incontrovertibles, representan, en algunos casos, auténticos delitos, y manifiestan una vida sin escrúpulos ni auténtico sentimiento religioso. Esta vida era desconocida por gran parte de los Legionarios, sobre todo por el sistema de relaciones entretejido por el padre Maciel, que hábilmente había sabido crearse coartadas, ganarse la confianza, amistad y silencio, de los que los rodeaban, y reforzar su propio papel de fundador carismático.

En suma se trata de una persona que no vivió como católico. Hay, además, una afirmación digna de resaltarse que confirma el lenguaje neutro del comunicado: los… comportamientos del padre Macielrepresentan en algunos casos, auténticos delitos, para señalar que en los casos de pederastia difícilmente pueden encontrarse conductas que no lo sean. Delincuente y mal católico, pues. Desafortunadamente ya se sabía por casi todos. Desde mucho tiempo antes. Y nada se había hecho para detenerlo.

Asimismo en el comunicado se prevé que el papa enviará un delegado para hacerse cargo de la orden. Poco esperaremos para conocer otras medidas y su alcance, sabedores de que las consecuencias de las decisiones de Roma tendrán influencia en el devenir próximo no sólo de la Legión y del Regnum Christi, sino de la Iglesia Católica universal. No sólo de la mexicana.

5.- Para tratar este punto concurro sin remedio a mi experiencia personal, estudié y viví en el seminario de Zamora, Michoacán, el que debió corresponder geográficamente al padre Maciel de haber concurrido a su seminario diocesano, de 1961 a 1966. De los 12 a los 17 años. Afirmo lo que ya he señalado en otros sitios y tiempos: nunca fui molestado en forma alguna con conductas de cualquier sacerdote que pudieran interpretarse aun ligeramente como un intento de actividad de pederastia o de pedofilia, o de cercanía irregular; pero por otra parte puedo afirmar que lo que ocurre dentro de un seminario es sabido por quién debe saberlo para tomar decisiones y por quién no puede ni debe tomar decisiones. Más tarde o más temprano todos sabíamos lo que pasaba o podíamos saberlo de haber querido; es decir que la única forma de no saber la verdad de lo que ocurría dentro era un acto consciente y voluntario: negarse a saberla. Esto es: evadir las responsabilidades de cristiano. Y de ciudadano desde luego.

Así la vida de Marcial Maciel dentro de su seminario no era de abusos privados sino públicos. No sólo es creíble que la orden misma lo haya encubierto, es imposible racionalmente que haya sido de otra forma dado el largo periodo de tiempo, número de víctimas, lugares, etc., de sus abusos. Tampoco resulta entendible que el total de una orden, varios miles más de los mencionado pues se incluyen seminaristas y sacerdotes que abandonaron el barco, se hayan dedicado exclusivamente a encubrir abusos de un solo hombre, de un solo sacerdote, de una sola autoridad. Ni con la mejor voluntad del mundo puede concluirse que los abusos personales de Maciel sean los únicos cometidos por autoridad legionaria alguna. Hay más. Pero el infortunio no sólo es legionario, es también nuestro y no sólo por compartir el dolor y la tragedia de las víctimas, en cualquier sentido, del fundador.

Va una precisión. El comunicado oficial señala en la cita puesta arriba que la vida del padre Maciel era desconocida por gran parte de los legionarios. Más adelante se refiere al entusiasmo sincero de la mayoría de los legionarios. Es decir que no hay coincidencia entre lo señalado en el comunicado y lo que yo sostengo. El que escribe piensa que debe sostenerse en su dicho: la única forma de no saber la verdad era negarse a saberla. Situación de abuso aun peor.

6.- Pero los legionarios tienen sus razones católicas para ocultar los pecados de su fundador. Ni siquiera tienen en consideración (quizá sería mejor hablar en pasado habida cuenta del ataque permanente de los medios) el derecho en general o el del prójimo. Les importa el otro mundo. No la tierra. Sí el cielo y el infierno. Su vida eterna. Las renuncias y no el ejercicio de derechos. Dios y no los hombres. No tienen en cuenta sus pecados sino los ajenos. Ellos son la autoridad y pueden perdonar libremente, sin responsabilidad, pecados. Empezando con los cometidos por otros legionarios. Y además están obligados al silencio por el secreto de la confesión.

Sistematizando. La primera razón para ocultar los abusos de Maciel, consiste en evitar el escándalo, el mal ejemplo. Según la enseñanza de Roma el escándalo es el pecado más grave, el más mortal que hay. Y más si el autor es un sacerdote. Y más si es un capitoste de cura. Pecar ante los ojos de los demás, en vez de hacerlo a escondidas, incrementa el mal que se produce, los cristianos que se infectan. Las víctimas de los escándalos, los cristianos escandalizados se alejan de Dios y pecan con mayor libertad, intensidad y con un sentido falso de actuar conforme a la ley de Dios. Y desde otro punto se considera escándalo la denuncia de los abusos y la publicidad que trae aparejada.

En el mismo orden de ideas la segunda escusa los convierte en jueces. Es mayor el bien que el legionario esparcía que la suma del mal que producía.

Adelante, pues. A abusar y a tapar.

Las siguientes razones no son de uso exclusivo de la Iglesia y sus feligreses. En primer lugar la complicidad y en el mismo nivel la corrupción. Es decir ser abusador en cualquier grado de participación así sea el ocultamiento; y guardar silencio o permanecer en la inactividad a cambio privilegios o dinero vil. Otra, el temor que impone la autoridad del superior y el reconocimiento por parte del inferior de que el jefe escapa a las leyes que nos rigen a todos. Que el superior puede impunemente romper las reglas, para eso es el superior. En otras palabras la fascinación ante el ejercicio del poder de un tercero. La última: la complacencia por el actuar ajeno. Un sentimiento de dejar hacer al que mucho sacrifica su vida por los demás. De darle una especie de respiro en su actividad inagotable de lograr en la tierra el reino de Dios. Es como dar un premio al ganador. Y de sentir que pecan los héroes tanto como los de a pie. Una liberación de nuestras propias faltas, pues.

7.- ¿Participó la burocracia eclesiástica, local y romana, en el ocultamiento? Aquí se aplica lo mismo que para quienes estaban en los seminarios. Todo se sabe por todos. La iglesia no quería saber. Se negaba a hacerlo. No le convenía. Parecía un padre amoroso que se niega a ver el monstruo de hijo que tiene y le permite salir a la calle en la esperanza injustificada de que ahora sí no hará daño. La Iglesia no creía en los abusos porque no quería creer o los ocultaba por considerarlo mejor para sus fines. Pero, para cumplir con la misión que Cristo le encomendó, ser la luz del mundo, el ejemplo, no sólo no debió ocultarlos debió atájalos. No debió evadir el cumplimiento de sus deberes.

Sin embargo en este caso la responsabilidad de la Iglesia es mayor a la de cualquier caso de ignorancia culpable, ocultamiento o inactividad porque el papa Juan Pablo II dispensaba a Maciel una predilección muy especial no justificada.

Es importante preguntar aquí si se aplica a la Iglesia la escusa de señalar a los tiempos como responsables del ocultamiento y la inactividad. La respuesta es no. No porque los tiempos era la Iglesia misma. Eran sus tiempos.

8.- No paran aquí los responsables. ¿Qué decir de los seglares que apoyaron a Maciel en sus campañas ilegales y no cristianas encaminadas a callar la verdad y aplastar a quienes la gritaban? ¿Cuántos se creyeron el cuento de que sólo se trataba de infundios, de mentiras encaminadas a destruir la cristiana, generosa y multiplicada obra de Maciel? ¿Cuántos que las acusaciones y quejas eran sólo una prueba más que Dios enviaba a un hijo predilecto? ¿Cuántos que creían verdaderamente que la inactividad de la burocracia romana era una muestra de la bondad de Maciel?

Desde luego no puede, es este caso, negarse, por la distancia habida, que haya habido colaboradores seglares o no que lo apoyaron en la firme convicción de que era víctima de ese odio satánico que persigue a los buenos. Que hubo quien no daba crédito. Pero también es de afirmarse válidamente que hay quienes sí participan de la responsabilidad. Mucho ha de tenerse en cuenta el tipo de fiel que lo apoyaba: el que pretende justificar sus actos, la totalidad de su vida mediante limosnas sustanciosas y apoyos específicos. O como se le llama Coloquialmente: tranquilizar la conciencia.

9.- Quizá como resultado de la visita apostólica al los miembros consagrados, no a todos, del Regnum Christi que se anuncia en el comunicado vaticano pueda el común de los mortales tener elementos para formarse una opinión suficiente para emitir juicio acercado a la realidad. Importa mucho más de lo que parece, según veremos en la parte segunda de este escrito. Es de resaltarse que la visita ha sido solicitada insistentemente por dichos miembros. Bien.

10.- A fin de cuentas la ocultación se convirtió en un escándalo mayor que el que hubieran causado por sí mismos los abusos de Maciel. La Iglesia como ente oficial, los sacerdotes de todos los niveles, diócesis y órdenes, pagan y pagarán el precio. Igual hacen y harán los católicos de todo el mundo. El escándalo nos alcanzó a todos. Pero Maciel no pagará.

11.- Es casi seguro que en ningún caso podrá ya concurrirse a la ley para castigar los abusos de Maciel. En primer lugar porque éste ya murió y en segundo lugar porque para posibles cómplices pasó el tiempo en que pudo haberse denunciado exitosamente ante las autoridades civiles, no religiosas. Aparte, ratificando permanencia dentro del catolicismo, se han preferido los procesos eclesiásticos a los de las autoridades civiles. No se hará pues, justicia en el orden del estado civil.

12.- ¿Habrá justicia en el orden eclesiástico? No, desde luego que en el caso de Maciel. No. La evidencia señala lo contrario, nos indica que no fue sometido a juicio con el pretexto de su edad, que no se le impuso la sentencia que se esperaba: una pérdida del estado clerical. A lo más que se llegó fue a hacerlo parecer públicamente, pero por sospecha, como abusador al remitírsele a una vida privada de oración y penitencia. Una reprobación menor a la que se impuso a la viuda del presidente Kennedy cuando tuvo a bien casarse con un divorciado, Onassis. Se le reprochó oficial y públicamente su vida pública pecadora.

Por lo que respecta a la burocracia católica y a la Legión misma habrá que dar tiempo a las medidas que anuncia la Santa Sede y a sus efectos. Sin embargo teniendo en cuenta el lenguaje del comunicado y las respuestas conocidas, tanto del Vaticano como de la Legión, pareciera ser que los resultados no serán los tan ejemplares que esperan los católicos: un simple ejemplo de comportamiento católico, cristiano.

13.- No es entendible que a Maciel se le llame, después del comunicado oficial de la Santa Sede, esquizofrénico, como lo hizo el cardenal de Guadalajara, pues la Iglesia lo castigó como pecador, como un mal católico, y no como un enfermo irresponsable; no lo recluyó en un sanatorio para enfermos mentales ni se le impuso como penitencia tratamiento psiquiátrico.

Y es importante ajustarse a la verdad de los hechos, ¿se requería un juicio eclesiástico para sancionar y detener los abusos de Maciel para que actuara como católico? No. La respuesta es sencilla: no. Le bastaba cumplir con las obligaciones de un católico común y corriente. Tal confesarse.

Puesto a modo de ejemplo, en el canon 276, numeral 5, a los clérigos se aconseja (sic) que hagan todos los días oración mental, acudan frecuentemente al sacramento de la penitencia,… Y desde luego no están liberados de la de hacerlo una vez por año como corresponde a todo católico. Lo anterior viene a caso porque para el perdón de los pecados no basta con recitar al sacerdote la ristra de pecados y rezar de penitencia. Es necesario, entre otros requisitos, lo que se llama propósito de enmienda. De no volver a pecar. De ser mejores, de cambiar la vida del pecador, sea cura o no. Es obligación terminar por cambiar de vida. De no ser pecador. De actuar como católico.

A la vista de cualquier lector de medios ante la cuenta de abusos de Maciel hay tres opciones. A. Maciel no se confesaba. B. Maciel se confesaba, pero ocultaba sus reales pecados (un pecado aún más grave). C. Los confesaba, pero no mejoraba su vida. Sea cual fuere la opción que se haya dado, la respuesta final es una: Maciel no actuaba como católico, no cumplía con los extremos de la vida católica, pues siguió con la suya pecadora. Si así lo sostiene el comunicado oficial, no debió darse la excusa de la enfermedad mental, la única declaración debió ser en el sentido de que la Iglesia y sus ministros se ajustarán a sus propias normas católicas, de que actuarán cristianamente.

La razón del dicho del cardenal nos lleva a entender que el mal de Iglesia, o sea, de nosotros mismos, aun los no católicos, es más grave que un capitoste de cura pederasta y tolerado. O muchos.

En entrega posterior, la segunda parte de este escrito, la guerra de la Iglesia Católica Romana, agotaré este tema.

14.- Una pregunta por responder en esta parte. ¿Por qué escogí la confesión como referencia de mis últimos párrafos? La respuesta es muy clara: el sacramento de la penitencia o confesión es en el catolicismo romano la bisagra entre la doctrina y el comportamiento, la moral propia de un católico. Tan sencillo como esto: sin bisagra no hay puerta; sin confesión no hay católico. O quizá para decirlo más suavemente: sin apartarse del pecado no hay comportamiento católico.

Parte II

LA GUERRA DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA

Ubaldo Orozco

15.- Mal hizo el papa Benedicto XVI en llegar a su quinto aniversario de pontificado. Se le vino el mundo encima. Acusaciones de encubrimiento, a él en lo personal, de abusos sexuales. Exigencias de los medios en el sentido de aplicación de la leyes penales contra curas pederastas a la entrega de ellos por parte de la iglesia, declaración infortunada de su secretario de estado, disculpas de la Iglesia a víctimas directas, declaraciones papales en el mismo sentido. Más explicaciones y lamentaciones.

Hasta la orden católica más prestigiada, la de los jesuitas, reconoce en Alemania tener en su seno curas pederastas y haberlos encubierto.

Más recientemente se ha involucrado al cardenal de Nápoles, Sepe, en fraude de millones en complicidad con un ex ministro del gobierno italiano. Dentro de poco se sabrá el final de la historia y ésta misma.

16.- Y desde luego algunos respiros tal el viaje a Portugal y el proporcionado por algunas órdenes religiosas, principalmente las misioneras. También hay apoyos a la Santa Sede y al papa en lo personal: el superior del Opus Dei, Javier Echeverría, lo hace en escrito que corrió soterrado en algún medio. Y toca el frente de batalla principal, no le han faltado al Papa ataques provocados por quienes están empeñados en arrojar al Creador del horizonte de la sociedad de los hombres; tampoco han estado ausentes los sufrimientos ante la incoherencia y los pecados de algunas personas llamadas a ser “sal de la tierra” y “luz del mundo” (Mateo 5, 14-16). Nada de eso ha de extrañarnos, pues las dificultades forman parte del itinerario normal del cristiano, pues ya sabemos que no es el discípulo más que el maestro, como anunció Jesucristo: “Si me han perseguido a mí, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15, 20)

Evangelio puro, pero no debe dejarse sin comentario. La persecución a que se hace referencia fue usada como un pretexto para impedir que avanzaran las investigaciones de los abusos de Marcial Maciel y de muchos otros curas más. Los persiguen, se decía. Estamos, pues, frente al eterno problema de la interpretación en un sentido y otro de las mismas palabras. Y también ante el problema del ser de las personas y de su aparecer ante los demás.

17.- Algunos recurren a las matemáticas para defender a la Iglesia Católica. El número de curas pederastas y de víctimas, y sus porcentajes, son mínimos comparados con el total mundial de abusos detectados. Éstos se dan primordialmente en el hogar, nos enseñan. También demuestran con cifras en mano que el número de curas pederasta es insignificante, o casi, frente al total de sacerdotes. No hay liga entre celibato y pederastia sostienen. La Iglesia saldrá adelante de esta crisis como lo ha hecho de otras. Vencerá a su propia clase de curas escandalosos.

No se ha señalado un hecho favorable, según los datos que se mencionan las mayoría del los abusos se dieron en los setenta y ochenta. Fue quizá un relajamiento eludible de selección de curas y que ahora parece evitarse.

18.- Vayamos al tema de la guerra de la Iglesia Católica Romana. Los medios festinaron, cabeceando, la carta abierta de Hans Kung a los obispos. Teólogo católico invita a obispos a la rebelión contra el papa. Y menudearon las opiniones: crisis en la Iglesia. Estamos en un parteaguas: la Iglesia antes de los escándalos de pederastia; la Iglesia después de los escándalos de pederastia. Roma está tocada de muerte. Cambia totalmente o no superará la crisis. La Iglesia debe respetar los derechos humanos y sujetarse a las leyes de los gobiernos políticos.

Para fortuna y claridad de estas líneas ya se hizo algo de paz. Nuestros sentidos andan discurriendo por otro lado. Podemos, pues reflexionar un poco. La actualidad permanente del tema de la Religión y la influencia de ésta en nuestro vivir diario así lo exigen.

19.- La crisis por la que atraviesa la Iglesia Católica corresponde a otra batalla de la más formidable guerra que ha enfrentado en cualquier momento de su historia. Han pasado sus enemigos: el judaísmo de su origen; la Roma pagana; los bárbaros; la Ortodoxia; el Islam; la libre interpretación. No, la crisis de curas pederastas no es un parteaguas.

El parteaguas verdadero cayó como loza en 1610, hace 400 años, con el nacimiento de la ciencia tal cual se aparece ante nuestros ojos el día de hoy. O sea, como poder, como tecnología, y no como mera especulación mental.

Galileo Galilei mira los astros a través de su telescopio y asevera luego que la tierra no es el centro del Universo, que por el contrario gira alrededor del sol. Había descubierto también algo más importante todavía el método científico y su fruto, la tecnología, que es capaz de llevarnos y traernos de regreso a la luna; de fabricar armas que pueden acabar con el mundo en este mismo momento, de permitirnos relaciones sexuales sin riesgo de embarazo y de enfermedades típicas; de controlar el número de nuestros hijos; de enterarnos de lo que ocurre en cualquier rincón de este pueblito llamado tierra en cuestión de segundos; de enriquecernos en extremos jamás imaginados, y de muchas otras cosas que ahora vuelven más actual la vieja definición aristotélica del hombre: un animal social… pero con los signos de los tiempos.

(Para la anécdota, especialmente para aquellos que juzgan con severidad a Galileo y ponen sobre él a Copérnico, Aristarco de Samos, que vivió del 320 al 230, antes de Cristo, fue el primero en afirmar en un libro que la tierra giraba alrededor del sol)

El método científico no sólo nos da los frutos de la tecnología sino también una explicación de los fenómenos de la naturaleza sin recurrir a la Biblia. Y muy frecuentemente sus explicaciones le son contrarias. Las respuestas están aquí. Nuestro hígado no fue una creación específica de Dios para eliminar sustancias nocivas de nuestra sangre, sino que es producto de la evolución, es una culminación de ensayos de millones de años, de desperdicios innumerables, del azar, existe porque su función ha sido útil para la vida y porque se ha ido perfeccionado hasta ser el órgano maravilloso que conocemos. Existe porque limpia la sangre no para limpiarla. Se explica su existencia con la historia, no con filosofía de los fines de los actos. Es un fue no un debe ser. Es una respuesta a un cómo llegó a ser, no a un para qué.

20.- A quienes fueron descubriendo la ciencia les pareció que los problemas vitales de la humanidad pronto desaparecerían. Que el cielo estaba a la vuelta de la esquina. No ocurrió así. Ni ocurre ahora. El hambre sigue presente y mata miles o millones de personas ante la indiferencia de unos y ante la impotencia de otros. La pobreza sigue enseñoreada de la tierra. Son vencidas algunas enfermedades y aparecen otras. Sigue vivo, se ha notado desde el siglo pasado, el espíritu suicida de la humanidad. Y también con cara de homicida con guerras permanentes en cualquier rincón del mundo. Y con la proliferación de armas y países con potencial nuclear. Y accidentes que causan daños de catástrofe de extensión incalculable aun años después de haber ocurrido.

Una anécdota: la fuga de gas (BP) en el Golfo de México es también producto de la tecnología. Imperfecta, pero tecnología.

21.- Se mantiene la fe en las posibilidades de la ciencia. En física se busca para mañana una teoría que permita predecir el comportamiento de la materia en tamaño ínfimo y una vez encontrada hacerla embonar con la ley de la gravedad de Einstein para tener una ley única que rija en su totalidad a la materia y la energía. Y no hay más allá. En biología se decodificó el ADN humano y se esperan más pronto que tarde beneficios incalculables para la salud humana: medicamentos diseñados para cada individuo, erradicación de enfermedades hereditarias, en suma prolongación temporal de la vida humana y mejoramiento de su calidad.

22.- A partir de la Segunda Guerra Mundial el enfrentamiento entre la Ciencia y la Iglesia se ha hecho más evidente en batallas más concretas. Las más visibles: los derechos humanos, la prolongación de la vida, la moral sexual y la multiplicación de las comunicaciones. Y desde la óptica de muchos: la riqueza extrema. De personas y países.

Así la Iglesia ha enfrentado batallas perdidas desde el planteamiento: el control natal artificial, la libertad sexual, y el mantenimiento de la secrecía de sus actividades, incluyendo los abusos sexuales de capitostes y simples curas. Además conocimiento de riqueza insultante, corrupción, desacuerdos internos, doctrina inadecuada, etc.

De promotora de derechos humanos la Iglesia pasó a ser represora y retenedora de los mismos.

23.- Insistamos, a modo de ejemplo, un poco en la libertad sexual para medir el alcance del divorcio de la enseñanza católica con la civil, por llamarla de alguna manera. La Iglesia sólo permite el sexo dentro del matrimonio, por vía vaginal y sin empleo de preservativos, ni anticonceptivos, ni píldoras del día siguiente, ni abortos, etc. Sólo anticonceptivos de carácter natural: abstinencia y algunos sistemas ligados al ritmo del periodo de la menstruación y otros similares. En cambio la libertad sexual trae consigo: el sexo prematrimonial y en general sexo fuera del matrimonio, la conversión del sexo en simple placer y su alejamiento de la necesaria reproducción como resultado ordinario, prácticas sexuales que no empatan con el coito ordinario, juguetes sexuales, películas, el debilitamiento de la institución matrimonial con menos matrimonios y más divorcios, el abandono de la fidelidad, pues se tiene control sobre la posibilidad de embarazo, el número reducido de hijos, hijos nacidos no sólo fuera de matrimonio sino también de cualquier otra institución bendecida por la ley, matrimonio entre homosexuales, abortos legales, etc.,

24.- La guerra de la ciencia no se ciñe a la Iglesia Católica, por el contrario se enfrenta a toda religión, a cualquier Dios. Sin embargo Roma es el enemigo más visible y poderoso a la que miran propios y extraños. Las otras confesiones cristianas y los científicos, principalmente. A fin de cuentas estamos en Occidente. Una mezcolanza de la cultura grecorromana, cristianismo, negocios y ciencia.

25.- A partir de Pío XII la actitud de la Iglesia comenzó a dar un vuelco visible en relación a la ciencia. El papa alentó, si bien informalmente y abandonándolo al final, al jesuita Pierre Teilhard de Chardin en sus estudios encaminados a buscar, inútilmente, una interpretación de la evolución que conciliara ciencia y religión. El padre buscaba, en pocas palabras, un sentido finalístico a la evolución, una meta, una vía racional: la evolución caminó firmemente desde el principio hacia el ser racional, haciendo a un lado el azar (y la crueldad) que supone la selección natural. También la Iglesia ha venido cediendo a sus pretensiones de tener siempre la razón, reconociendo en cambio los que se llaman errores en el campo de la ciencia y de la libertad, tal el caso de Galileo Galilei. Poco a poco acepta algunos aspectos del laicismo.

Pero no se da por vencida, a manera de ejemplo, de los derechos humanos tiene su propia versión. Si la Iglesia se doblegara por completo a la ley y a la ciencia su presencia sería innecesaria e inútil.

26.- Por religión se entiende, en términos comunes y corrientes, una serie de prácticas y formas que unen a los humanos con Dios. La observamos, desde fuera, como un núcleo integrado por elementos de diferente naturaleza que forman una unidad distinta a otras de la misma especie. 1.- Un conjunto de creencias sobre Dios, esta vida y la que sigue después de la muerte; 2.- una moral, costumbres, una forma de portarse más o menos uniformemente ante las mismas situaciones de la vida; 3.- una burocracia, o sea autoridades, que tienen cercanía con Dios y nos trasmiten sus normas de conducta, ordenes y enseñanzas y detentan el poder de incluir y excluir en el seno religioso. Va del más humilde sacerdote al más encumbrado obispo (en este estudio se excluyen religiosos de ambos sexos por considerar que su influencia no es determinante en un sentido u otro); 4.- una pastoral, la interacción entre los fieles y los sacerdotes; 5.- ritos: tal el bautismo, el matrimonio y los mortuorios.

27.- Puestos al día de hoy, frente al escándalo de los abusos de Maciel y al entorno religioso que lo rodea, ¿qué enfrenta la Iglesia? Los críticos internos al señalar los problemas apuntan la solución. Hans Kung recurre al recuento de las oportunidades perdidas por Benedicto XVI durante su todavía breve período.

La carta del padre Kung, suizo de nacimiento, sólo puede interpretarse como un deseo de venganza del profeta no escuchado: Sin embargo no querría bosquejaros un programa de reforma; eso ya lo he hecho en repetidas ocasiones, antes y después del concilio. Eso dice a los obispos, todos remisos a sus enseñanzas. Pero su calidad de rebelde frente al opresor hace que los lectores poco avezados en el tema le den ciegamente la razón, aunque sea sólo de palabra, que nuestras costumbres ya están tomadas.

Al día de hoy la rebeldía y la exclusión visten de verdad y razón.

28.- ¿Quién es el padre Kung? En muy pocas palabras e ideas: un teólogo que participó activa y exitosamente en el Concilio Vaticano Segundo, igual que Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI. La Iglesia le ha ordenado no enseñar, no dar clases. Es presidente, e inspirador, de la Federación por una Ética Mundial, Somos hombre y mujeres que profesamos los preceptos y prácticas de las diversas religiones del mundo. Queremos dar fe de que ya existe un consenso entre esas religiones que puede constituir el fundamento de esa ética mundial. Se trata de un consenso básico mínimo relativo a valores vinculantes, criterios inalterables, y actitudes morales fundamentales (El texto y las negrillas provienen de la Declaración del II Parlamento de la Religiones del Mundo, celebrado en Chicago en 1993)

En resumen, se trata de un clérigo católico que no ha abandonado el catolicismo y que no puede enseñar teología. Un profeta y mártir viviente para algunos. Para otros un heterodoxo que no se ha atrevido a romper con Roma. Y su Ética Mundial una religión de religiones o una laicización e igualación de todas ellas. Lo mismo da ser católico que no serlo. Según se quiera ver.

29. Veamos algunas, repito algunas, críticas de Kung, que las encuentra fundamentalmente en el incumplimiento de las resoluciones del Concilio Vaticano Segundo. De haberse seguido otro gallo cantara. Eso parece decir.

A) Un entendimiento perdurable con los judíos porque el papa readmite obispos antisemitas e impulsa la beatificación de Pio XII, pero sobre todo porque desconoce que la fe judía tiene un camino propio de salvación. En pocas palabras lo que quiere decir el padre Kung es que para salvar el alma, para llegar al cielo, da lo mismo ser judío que católico. Lo anterior equivale a decir que no es necesario reconocer a Jesucristo como salvador de todos y cada uno de los hombres ni atender a sus enseñanzas. Lo mismo da seguir la moral de Jesús que la de Moisés.

Visto desde fuera Kung plantea la renuncia del catolicismo a ser el único titular de la verdad y su renuncia a una de las enseñanzas fundamentales: Jesús salva a todos, menos a los judíos.

B) Un dialogo en confianza con los musulmanes. Entre poseedores de verdad revelada en libros (la Biblia, principalmente el Nuevo Testamento, por un lado, y por el otro el Corán) y con pretensiones universales, entre religiones monoteístas, excluyentes, no es posible dialogo que facilite la conversión de uno u otro. Ni su aceptación mutua. El dialogo entre poseedores de la verdad absoluta, irreductible, no es posible.

C) Reconciliación con los pueblos nativos colonizados de Latinoamérica. Ocurre casi lo mismo que con los musulmanes, ¿cómo podría la Iglesia aceptar, a manera de ejemplo, la exclusión y expulsión de un indígena de una comunidad por no estar de acuerdo en una decisión social tomada por la mayoría? A manera de ejemplo aceptar como religión oficial el evangelismo. No hay forma. Y en el caso ni siquiera el Estado, pues llegamos a una disyuntiva insalvable: o nuestra ley o la ley indígena. O el municipio o la comunidad. Aquí nos decantamos constitucionalmente por el municipio en un problema todavía no resuelto.

D) Ayudar a los pueblos africanos en su lucha contra la superpoblación aprobando los métodos anticonceptivos y la lucha contra el sida, admitiendo el uso de preservativos. La Iglesia ha sido firme en su doctrina, pero débil en su aplicación.

E) Hacer la paz con las ciencias modernas. Aceptar ya la teoría de la evolución. Fácil decirlo, pero la mal llamada teoría de la evolución, más correctamente dicha la selección natural, no sólo implica que los organismo vivos descienden unos de otros, algo aceptado ya generalmente, sino da lugar a una guía diferente del destino de los seres: el azar y la lucha por la sobrevivencia, un escenario de crueldad que vemos reflejada en las tiranías asesinas de antaño y las presentes. Desde Hitler y Stalin, hasta las guerras africanas recientes, el Khmer Rouge, las guerras de Mao, y tiranillos, en comparación numérica de víctimas con otros, como nuestros vecinos cubanos. Nada de destino individual y personal, como quiere Roma, fijado desde el inicio de la eternidad, nada de producto del amor sino de su contrario, la lucha.

En los términos presentes no puede habar paz entre ciencia y catolicismo. Hans Kung no midió bien sus palabras.

F) Ausencia de avance de la unidad con los anglicanos. Aquí se enfrenta el mismo de problema que con otras religiones, pero ahora más conflictivo y nos sirve para entender la problemática de reunificación con otros cristianismos. Los obstáculos; a manera de ejemplo la supremacía papal frente a la democracia anglicana. Y por otro lado si bien el anglicanismo es la rama protestante más cercana a Roma ahora, además de permitir que sus sacerdotes y obispos contraigan matrimonio, admite mujeres al sacerdocio y ordena ministros homosexuales. Cada vez más lejos. Kung nota un detalle adicional: Roma jala, con relativo éxito, cada vez que puede sacerdotes y feligresías tradicionalistas, es decir que no aceptan ni mujeres ni homosexuales en el sacerdocio. Y acepta a los sacerdotes casados y que así sigan. Y aquí salta otra solución mágica propuesta por Kung: permitir el matrimonio a los sacerdotes con el apoyo de las comunidades y con la autorización de los obispos locales.

Es el momento oportuno para escribir algo sobre el celibato, al que se ha culpado de la pederastia. Desde luego la pederastia no es sinónimo de soltería masculina. De ser así todos los solteros lo serían, sacerdotes o no. Y para pasar en sociedad deberían reprimirse todos al grado de sublimación. Tanto el papa como el tío Ramón a quién se le murió la novia de un juvenil ataque cardiaco y le guardó luto toda su vida. No, el celibato es una norma impuesta por Roma a la inmensa mayoría de los sacerdotes del rito occidental, el nuestro. Dentro de algunos ritos orientales sujetos a Roma hay sacerdotes casados y bendecidos. Y están, además, las excepciones ya citadas en nuestro rito: generalmente los anglicanos que cambian de bando cristiano. El sacerdocio célibe es un invento basado en la historia con raíces económicas ciertamente, a la muerte del cura la Iglesia local se quedaba sin bienes por las herencias a los hijos, pero también de efectividad. La iglesia considera, con base en la historia, que un cura soltero trasmite mejor su mensaje y está en mejores condiciones de exigir a sus prójimos las renuncias que imponen las enseñanzas cristianas, la moral cristiana de amar a Dios sobre todas las cosas y el amor al prójimo. Los momentos de efectividad del celibato sacerdotal católico se dieron en épocas en que el celibato se encontraba sostenido por una fe firme y una disciplina que se deseaba y sabía para toda la vida. Los curas cargaban el destino de su comunidad rumbo a Dios. Un fin supremo. Y muchas veces a costa de la vida. Y luego esparcieron sus modos de vida y creencias.

Pero a fin de cuentas será una decisión romana basada en la historia que corre, en la situación del día de hoy, quizá teniendo en cuenta que los sacerdotes casados no parecen ser la solución mágica que trastorne el mundo y lo vuelva al catolicismo. Se requiere más, mucho más.

G) Menciona desde luego los escándalos de pederastia e involucra en ocultamiento personalmente al papa en las fechas en que como cardenal dirigía la Congregación para la Fe. Esta acusación ha sido revivida recientemente por un periódico gringo de gran influencia.

A la vista de un observador imparcial la carta de Kung parece pretender la sumisión de Roma a la ideología de derechos humanos imperante en el mundo occidental del día de hoy. Y hasta donde se mira según se comentó en cada punto difícilmente será atendida. No es fácil aceptar relegar a la Iglesia a ceremonias paganas de iniciación, permanencia en el culto y muerte.

Volviendo a la carta de Hans Kung como un todo y tras unos brincos ésta concluye pidiendo a los obispos exijan a Roma otro concilio, autoridad suprema en la Iglesia Católica según su dicho, para echar adelante las reformas que propone: una dirección más colegiada, permitir en algunos casos la vuelta de sacerdotes casados, una adecuación al mundo de hoy. Y desde luego la ejecución de las políticas acordadas en el Vaticano Segundo. Que no termine nada más en la misa celebrada en la lengua de cada pueblo y no en latín. Para algunos católicos estrictos hay quizá una heterodoxia materia de separación con Roma: La obediencia ilimitada sólo se debe a Dios…

30.- Volviendo a nuestra cosecha en el México de hoy, a los ojos de un profano, ¿qué problema o problemas principales aquejan a la Iglesia Católica Apostólica Romana? Aunque parezca difícil dar con una respuesta no lo es: en México no ha católicos. O al menos, católicos que cumplan con las normas vigentes de su Iglesia.

Olvidemos otras costumbres como el divorcio y el segundo matrimonio, bendecido acaso con una simple misa de recomendaciones, las uniones libres, y un largo etcétera. Los hechos que señalo a continuación son suficientes para sostener mi afirmación.

Voy a dos hechos cuya observación no requiere de mucha consideración ni comprobación exhaustiva. Se trata de hechos aceptados por todos. El primero es imposible de no observarse: el reducido número de hijos habidos en el matrimonio católico actual. Ninguno, uno, dos, tres. El segundo: el cada día más grande número, absoluto y porcentual, de católicos que no se confiesan. Para comprobarlo basta con obtener respuesta a la pregunta específica de cualquier persona ligeramente interesada el tema, tal la que va a misa los domingos. Cada vez son menos quienes se confiesan y dan cumplimiento a la obligación de hacerlo una vez por año (canon 989).

Lo que acreditan los hechos: los mexicanos usan consistentemente controles de la natalidad artificiales, que no aprueba Roma, que los excluyen de ella. Y habida cuenta de los fines de la confesión o penitencia: obtener el perdón de los pecados cometidos en violación de las normas de la Iglesia y comprometerse a evitar los pecados cometidos y vivir conforme a las enseñanzas de Cristo, cada día se alejan más de la moral católica en todas y cada una de las materias en que se puede pecar: la relación con Dios, los dineros, la vida, el uso de los puestos públicos para beneficio personal, las renuncias a Satanás, a la carne, etc.

Y sólo enunciando algunos de estos últimos casos, con excepción del sexo del que ya se ha hablado, se pueden mencionar: el fraude como sistema usual en los negocios, el crimen organizado cualquiera que sea el grado de participación, las ejecuciones, el secuestro, el negocio completo de la droga, la corrupción, el aborto, las uniones homosexuales, el empleo del cargo público para enriquecerse, etc.

Nos quedamos con que en México no hay católicos. Y en mayor o menor grado lo que ocurre aquí pasa en el resto de América y en Europa. En Occidente.

El católico de hoy cree que su vida es la norma del catolicismo romano, el católico se cree católico, pero no lo es.

31.- Según las situaciones que mira un observador imparcial las situaciones que debe la Iglesia considerar, y en su caso tomar decisiones, para mantenerse vigente en la sociedad actual se encuentran las que siguen dadas en el mismo orden en que se definieron los elementos que integran una religión señalándose en algunos casos una misma situación desde dos puntos de vista.

A) En materia de creencias y doctrina: 1.- incremento en creencias anticatólicas: en lectores de cartas, santeros, la santa muerte, etc., 2.- Desapego creciente al sacramento de la confesión entre curas y fieles, 3.- relativización de la fe: Dios impone deberes a modo de quién los cumple, 4.- el incremento de la fuga de católicos hacia otras denominaciones cristianas. 5.- Incongruencias en la doctrina. Un ejemplo, se condena la homosexualidad como actividad contra natura y se promueve como excelente el celibato sacerdotal que viene a resultar otra conducta de igual naturaleza. Otro: Se prohíbe el control artificial de la reproducción humana sea con la píldora o condón, ligamiento de trompas, etc., y se acepta y promueve la práctica del sexo en periodos infértiles para la mujer. No se entiende porque en un caso sí y en el otro no. En ambos casos se sabe que a menos de fallo no habrá embarazo. Se olvida que lo artificial es lo natural en el ser humano. 6.- Insuficiencia de la doctrina del cielo y la tierra, ya no convence suficientemente.

B) En materia de moral: 1.- El estatus de condena en la teoría y la aceptación ambigua en algunos temas tales como el control natal artificial, el sexo extramatrimonial, el celibato, el aborto, relaciones homosexuales, divorcio, segundas nupcias, etc., 2.- El otorgamiento del perdón de los pecados financieros mediante limosna a la propia Iglesia o filantropía social en vez de exigencia de comportamiento cristiano. El que tenga dos túnicas que dé se quedó en el cristianismo del siglo II de nuestra era. 3.- Con el respeto a la vida cada vez más centrado en la vida propia, actual y placentera, lejos de participar del destino común de todos los hombres, según la enseñanza de Cristo y de la propia Iglesia de amor al prójimo. 4.- Insuficiencia, actual del complejo de culpa que movía a comportarse como católico.

C) En materia de Burocracia: 1.- la pederastia de algunos de sus ministros, capitostes y simples curas, que no deja de aparecer en los medios, 2.- otro relajamiento de costumbres del clero: sacerdotes con amantes, con hijos, homosexuales, dinereros (manejos financieros turbios en los capitostes), borrachos. 3.- El verdadero papel de las mujeres en la vida actual de la Iglesia.

D) En Pastoral: 1.- falta de sacerdotes y de vocaciones, 2- disminución de prestigio y peso, sociales, de sus ministros, y de su campo de acción, parece que sólo les quedan los ritos. 3.- Cercanía de sus ministros con los poderes de todo tipo (político y económico principalmente) 4.- Desesperación en la alta burocracia: prisa por santificar, por ejemplo en los casos de Juan Diego y Juan Pablo II. 5.- Separación indolora de las creencias, a los fieles ya no les satisfacen, no cubren sus necesidades. Más lo hace internet y la televisión. Cada vez más fieles se separan de la religión.

E) En cuanto a los ritos: 1.- A una gran mayoría de fieles les conviene la Iglesia como está. Tranquilizan la conciencia con ritos que les perdonan sus pecados de sexo, negocios y la vida de los demás. Ir a misa los domingos y días de guardar, bautismos, primeras comuniones, 15 años, bodas, misa de bendición en segundas nupcias, limosnas a la iglesia y a los pobres, filantropía social, acercamiento a la iglesia ante la proximidad de la muerte. Ritos que son paganismo puro y negación del catolicismo. La feligresía católica está conforme con lo que tiene: una religión de ritos de iniciación, celebración, escape, agradecimiento, petición, propiciación, perdón y bendición para el que parte y para los que se quedan. 2.- Culto de endiosamiento a santos y vírgenes.

(El mal quizá resulte casi inexistente en la Iglesia misionera y parecer ser menor en el sacerdocio regular, el de las órdenes religiosas, pero existe, ejemplos obvios son Aristide, salesiano, expresidente de Haití, y Fernando Lugo, del Verbo Divino, y presidente de Paraguay; no les bastó el campo de la religión y tampoco sus normas de conducta y dejaron el estado eclesiástico para meterse exclusivamente a la vida de la política. A la manera de los papas del Medievo. Les resulta imposible renunciar a ciertos derechos a cambio de servir a Dios y al prójimo. Hay otro factor a considerar: muchas parroquias diocesanas se encuentra ahora a cargo de sacerdotes religiosos)

En resumen, creencias no acordes con la realidad, principalmente con la ciencia y la tecnología; quizá haya de arribarse a una nueva definición de fe: negar la evidencia. Una moral inentendible particularmente por la laxitud de las normas y por la falta de concordancia entre la doctrina y la prédica y sobre diversos aspectos de una misma naturaleza, falta de costumbres que distingan a los católicos de los que no lo son, una nueva práctica de la confesión o reconciliación que dé lugar al amor a Dios y al prójimo, una nueva relación con los derechos humanos y con el sexo extramatrimonial y el aborto. Ausencia de una burocracia que dé ejemplo de cumplimiento de las normas católicas: la burocracia actual se encuentra desorientada e ignora lo qué debe hacerse. Y por ultimo ritos de paganismo puro. Un reto formidable…

32.- Y Una guerra también. Pero la iglesia no está desarmada, aunque lo parece. Sus armas:

A) La conciencia entre muchos católicos de que Iglesia ha pasado por muchas crisis y las ha superado; particularmente la esperanza manifestada con claridad: en la época de crisis Dios siempre envía los grandes santos para reformar a la Iglesia, santificarla y vivificarla. San Ignacio de Loyola, santo Domingo de Guzmán, san Francisco de Asís, santa Teresa de Jesús, san Agustín de Hipona. A modo de ejemplo. Dios proveerá.

B) La historia que camina de un extremo a otro, de la libertad más absoluta a la represión o recato. Es la llamada ley del péndulo.

C) Algunas órdenes religiosas, principalmente las misioneras, que predican con buen ejemplo de palabra y obra.

D) Su mensaje de amor al prójimo, doctrina moral aplicable a todo época y coincidente con el la ciencia cuyo interés último es la suerte de la especie humana.

E) El estado mismo que no hace migas completas con la ciencia.

F) Las limitaciones de la ciencia y la tecnología para resolver todas las situaciones que plantea la vida.

G) El sentimiento que en algún momento todos percibimos de la insuficiencia de lo que nos ofrece la vida.

H) Algunos, todavía numerosos, fieles que siguen practicando el catolicismo. Y, curiosamente, quienes se alejan a otras sectas en busca de más práctica religiosa, más allá de los simples ritos. Serían nuevos conversos.

I) Su burocracia que permanece unida a pesar de tantas batallas aparentemente perdidas.

33.- Hasta donde es posible avizorar se tiene que Roma no saldrá victoriosa si no hace una poda de fieles y curas y pasa al ataque. En caso contrario parece que morirá muy vieja ya y de muerte natural. Pocos se darán cuenta.

34.- A querer y no estamos ligados a la suerte de la Iglesia Católica Romana, que junto con el protestantismo, es el Occidente mismo al que pertenecemos. Nos importa porque los movimientos que tenga y que no tenga afectarán nuestro entorno y nuestro modo de vivir y el de nuestro vecino inmediato. La historia nos alcanzó, hemos caído en el seno de la vieja maldición china, que vivas en tiempos interesantes.

35.- Un poco de historia para terminar. En el 1073, el populacho romano ya cansado del escándalo de curas de todo tipo, incluidos algunos de los últimos papas, se lanzó a las calles coreando el nombre de su candidato y logró la elección de Gregorio VII, que en más que mucho contribuyó a la mejoría de costumbres de la clase clerical, entre otros aspectos el celibato, y de la suerte exitosa de la Iglesia de todos los tiempos. El grito de guerra de la sociedad civil de aquellos años: Hildebrando papa, Hildebrando papa. Y el austero monje benedictino Hildebrando de Toscana fue llevado por los cardenales a ocupar la silla de san Pedro.

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