sábado, 14 de abril de 2012

POLIFAGIA, DESEO INTENSO DE COMER QUE CONDUCE AL SOBREPESO Y OBESIDAD .


·         Puede tener su origen en desórdenes de la conducta o metabólicos, pero también en cambios en las señales del cerebro

·         Mejorar hábitos de alimentación y realizar ejercicio de manera cotidiana ayudan a controlar el apetito


Tener hambre es un deseo normal del hombre, pero cuando éste se incrementa o está fuera de control y come a cualquier hora, incluso después de haberlo hecho adecuadamente, se está ante un problema de polifagia, advierte especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

Fernando Laredo Sánchez, médico internista del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, especificó que se trata de un apetito que excede los requerimientos de la persona, lo que necesariamente lo conducirá a problemas de sobrepeso u obesidad.

La polifagia, explicó, también llamada hiperfagia, está relacionada con trastornos psicológicos y alteraciones de tipo hormonal o metabólico. Este aumento anormal de la necesidad de comer puede tener su origen en la ansiedad, el hipertiroidismo, la hipoglucemia, la ingesta de fármacos, el síndrome premenstrual y la diabetes mellitus, entro otros.

Sin embargo, hay muchos casos en que el aumento del apetito puede tener su origen en hábitos inapropiados, como acostumbrarse a obtener placer a través de la comida. Este apetito desmedido puede aparecer y desaparecer (intermitente) o perdurar durante períodos prolongados, destacó.

El internista Laredo Sánchez señaló que estudios recientes demuestran que una dieta con alta ingestión de grasas y azúcares está relacionada con cambios en los sistemas de regulación cerebrales, que incrementan el deseo de comer, causando un efecto de adicción.

Los cambios en las señales cerebrales, abundó, propicia que no se consuman alimentos para nutrirse, sino para obtener, de manera constante, sensaciones de placer y bienestar ya que, por ejemplo, altas cantidades de azúcares causan euforia.

Las modificaciones tienen lugar en dos núcleos del hipotálamo, región de regulación que se localiza en la parte inferior del cerebro. Uno es para medir la saciedad, que no se siga comiendo cuando ya no se necesita y, el otro, propiamente el del hambre o necesidad de comer.

La investigación ha demostrado que una dieta muy alta en grasas y azúcares disminuye la actividad del núcleo de la saciedad e incrementa el hambre.

El internista del Hospital de especialidades del CMN Siglo XXI subrayó que las posibles causas de la polifagia o hiperfagia deben de ser estudiadas sólo por un médico, quien está facultado para prescribir el tratamiento adecuado y nunca debe recurrirse a dietas no indicadas por un profesional de la salud.

La polifagia no distingue edad ni sexo, cualquier persona puede desarrollarla dado que el ser humano, continuó Fernando Laredo Sánchez, “tiende a considerar la comida como una especie de gasolina que no influye en el cuerpo”, pero la composición de lo que comemos lleva a cambios cerebrales que pueden terminar en conductas dañinas.

El especialista del IMSS destacó la importancia de realizar mejoras a la dieta diaria como incrementar el consumo de verduras y frutas, disminuir el de grasas de origen animal y azúcares simples, así como beber agua simple y realizar ejercicio de manera cotidiana para mantener el equilibrio corporal.

Si no se regulan los hábitos alimenticios y se come lo que se quiera y cuanto se quiera, aparecerán los problemas de sobrepeso y obesidad con sus graves consecuencias como los daños cardiovasculares y diabetes, entre otros.

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